Este año nos ha recibido con otra acelerada implantación de una renovada dictadura de izquierda en la región. Brasil arde y los Orientales ofrendan sus chivas a la ola de asaltos populistas.
Luis Ignacio Lula, fundador histórico del Foro de San Pablo, termino el año de exconvicto a usurpador del poder. Desde el primer día del nuevo año, siguiendo al pie de la letra el libreto de la izquierda, explota la valiente rebelión de un pueblo desesperado ante el fraude electoral que a estas alturas es evidente, y representa en forma brillante el papel que más y mejor resultado ha dado al comunismo. La victimización.
Detrás de una inconcebible denuncia de golpe de estado, la dictadura judicial inteligentemente impuesta a lo largo de sus gobiernos anteriores impone con arbitrarios decretos del Supremo Tribunal Federal, el quebrantamiento de los derechos a la opinión pública y a la libre expresión, iniciando de este modo el camino sin regreso de cualquier democracia: La persecución y el encarcelamiento de sus opositores.
Un ¨remake¨ acelerado de la instauración de otra dictadura al estilo Venezuela, pero esta vez con la lección bien aprendida: ¨Sin enemigos vivos a la espalda¨.
Otra “batalla cultural”, que la izquierda ha sabido dar con inteligencia, paciencia, perseverancia y también sin pudor, ni códigos éticos ni morales. El regreso de neocomunistas, neo terroristas, neo revolucionarios, neo marxistas, neo maoístas y neo trotskistas en la región, demoledores seriales del sistema democrático republicano al servicio de un nuevo orden mundial, que sigue su plan bien diseñado y a la vista de quienes lo quieran ver, para crear la anunciada Unión de Repúblicas Socialistas Latinoamericanas.
Mientras, en el Uruguay, los mandos de las Fuerzas Armadas, responsables de los últimos baluartes de la defensa nacional contra esta incontenible ola de asaltos populistas apoyados por los narcos gobiernos del socialismo Siglo XXI, en lugar de fortalecer sus capacidades y su moral, siguen demostrando, que, con tal de poner su trasero a salvo, estan más dispuestos a aceptarlos que a mostrar los dientes.
Actitudes complacientes y discursos cómplices, que desde el Ministerio de Defensa Nacional han venido jalonando señales de sumisión hacia los representantes del proyecto marxista coordinado desde el Foro de San Pablo, que a estas alturas deberían encender alarmantes luces rojas de emergencia en el tablero de todos nuestros conductores institucionales.
En una de las acciones que causo más indignación entre los miembros en actividad y retiro de la Institución Armada por estos días, el Ministerio de Defensa Nacional prohibió que la agrupación de familiares, amigos y camaradas de nuestros Prisioneros Políticos, conocida como «RECONCILIACIÓN NACIONAL» colocara una placa, evocando a los efectivos del Ejército asesinados por la violencia terrorista «revolucionaria» entre los años 1972/1976, en el acto que se llevó a cabo en la sede del Comando General del Ejército para inaugurar un hermoso monumento, justamente concebido en memoria a los Camaradas caídos en acto del Servicio.
Por si fuera poca humillación, se optó por que el mencionado acto se llevara a cabo a última hora del día, a escondidas del público y de los medios de comunicación.
¡Que paradoja! Al gobierno le avergüenza rendir honores a las glorias de sus militares muertos por defender el estado de derecho, mientras que consagra cientos de miles de dólares a mantener organizaciones y oficinas dedicadas a homenajear y perpetuar la falsa memoria de quienes precisamente fueron los responsables de aquel intento de asalto al poder democrático y su orden constitucional.
Pero más indignante aun es que una de las más importantes organizaciones de los DDHH en Uruguay, CRYSOL, se diera el lujo de rechazar públicamente uno de aquellos homenajes, programado para este mes de enero en el parlamento, por considerar que es una época adonde no hay gran difusión de estos eventos y que no se le ha brindado la publicidad que ellos pretenden.
Que contraste. Los mandos militares aceptan obedientemente ocultar un humilde homenaje a sus camaradas caídos en la lucha antiterrorista, mientras esas mismas organizaciones de exterroristas, hoy transformadas en paladines de los DDHH, le imponen toda su despótica agenda de propaganda.
La irritación y el rechazo a través de las redes hacia este acto de servilismo ha sido unánime, y seguramente, los veteranos de la reserva de las FFAA tendrán que organizar a lo largo del año, diferentes actividades de reivindicación al respeto, no solo hacia sus mártires despreciados publica y oficialmente, sino también hacia la verdadera memoria histórica de la nación, a la que con estos episodios, se viola día tras día, demostrando desembozadamente, una evidente complacencia con el falso relato que el enemigo de La Patria ha venido imponiendo, por supuesto, y a estas alturas ya no cabe otra interpretación, con la anuencia y regocijo de gran parte del factor político de La Nación.
Javier García pasará a la historia uruguaya como el ministro de defensa más solidario con los históricos ideales del terrorismo de izquierda que jamás pudo conseguir un sólo reconocimiento de sus subordinados.
Ya estoy cansada de decir NOse puede gobernar con complejo dictadura. Lo han impuesto de una manera cruel, sin tregua y sin pausa y sin piedad. De esta forma queda liberada la entrada comunista dejando tierra arrasada. Lo han visto y dejado. Es muy difícil seguir creyentes en restaurar el sistema republicano y el respeto a la ley. Estamos en el horno, NO creen en su propio sistema de estado de derecho.
Al mandatario, le ha quedado grande el cargo. Se lo apoyó para ganar la elección, basado en sus promesas, que hasta el momento no han Sido cumplidas. Póngase sus bermudas y vaya a surfear, que por el momento es lo único, que sabe hacer.