MADURO Y LA GIRA QUE REVELÓ SU AISLAMIENTO INTERNACIONAL. Por Marcelo Martín Olivera

La reciente gira de Nicolás Maduro a Brasil ha sido un rotundo fracaso para el régimen venezolano. A pesar de las expectativas favorables que pudiera tener el dictador, el resultado ha sido todo lo contrario. La contundente respuesta de líderes internacionales, la condena de la Cámara de Diputados de Brasil y el incidente violento con los periodistas han dejado en evidencia la creciente falta de apoyo y la repulsa que genera el régimen.

El presidente Luis Lacalle Pou, pronunció un discurso contundente en contra del régimen. Sus palabras reflejan la preocupación por la falta de democracia y el deterioro de los derechos humanos en Venezuela. Este acto

demuestra que el régimen enfrenta una creciente oposición internacional y su falta de legitimidad es cada vez más evidente. Por otro lado, el presidente socialista chileno, Gabriel Boric, también expresó su descontento con la evidente realidad de Venezuela durante la visita a Brasil. Sus palabras en el mismo tono que las de Lacalle Pou demuestran que el rechazo no es solo una postura ideológica, sino una preocupación por la situación de los derechos humanos en Venezuela. La comunidad internacional está cada vez más consciente de la necesidad de abordar la crisis en Venezuela de manera efectiva.

Por si fuera poco la Cámara de Diputados de Brasil calificó a Nicolás Maduro de dictador y narcotraficante, y cuestionó al presidente Lula por haber realizado una invitación inconveniente. Este pronunciamiento refleja el rechazo de gran parte de la sociedad brasileña hacia el régimen de Maduro y la preocupación por la influencia que este pueda tener en Brasil. Es un claro mensaje de que el país no está dispuesto a tolerar la violación de los derechos humanos y la falta de democracia.

Uno de los aspectos más preocupantes fue el incidente en el que la seguridad del presidente venezolano golpeó brutalmente a un grupo de periodistas. Este acto de violencia demuestra la intolerancia del régimen hacia la libertad de prensa y la falta de respeto por los derechos fundamentales. Es una clara muestra de la represión y el autoritarismo que caracteriza al régimen.

La gira de Nicolás Maduro a Brasil ha sido un rotundo fracaso para el régimen. Las críticas contundentes de líderes internacionales, la condena de la Cámara de Diputados de Brasil y el incidente violento con los periodistas han dejado en claro la falta de apoyo y la repulsa hacia el régimen que hoy vive Venezuela.

Es hora de que la comunidad internacional se una en la búsqueda de una solución pacífica y democrática para la crisis en Venezuela, en la que se respeten los derechos humanos y se restablezca la estabilidad en el país.