TERRORISMO, PAÑUELOS PALESTINOS Y PRESOS POLÍTICOS… Por Daniel García

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“Acaban de secuestrar al embajador Británico en Uruguay, también al Cónsul y primer secretario de la Embajada de Brasil y a un funcionario norteamericano”.

“Mediante la colocación de potentes explosivos, destruyeron hace pocos minutos el conocido Bowling de Carrasco, habiendo perecido dos de los autores del atentado, quedando gravemente herida una señora del servicio de limpieza”.

¿Qué comentario le merecería estimado lector, si cuando prende la televisión a primera hora, antes de ir a su trabajo, se desayuna con estas noticias?

Seguramente usted diría algo como: Pero acá en nuestro país no puede ser, no suceden estas cosas, debe de haber un error, habrá sido en Medio Oriente que viven en guerra y atentados. Este podría ser un comentario normal y natural de cualquier uruguayo hoy en día.

Sin embargo, este tipo de noticias en los años setenta eran normales, casi a diario, pero lo peor, es que los ejemplos que pusimos son de la propia historia nacional, o sea sucedieron efectivamente.

Estos días el mundo está conmocionado ante el ataque sorpresivo llevado a cabo por el grupo terrorista Hamas, quien lucha desde hace años contra el Estado de Israel, con el objetivo de hacerlo desaparecer y al resto de los infieles, o sea, usted y yo.

El yihadismo islámico es lo que busca, es la guerra santa escrita en el Corán. Los moderados dicen que es para otra época, pero los radicales islámicos la consideran un mandato de Dios parea nuestros días. Todos los no musulmanes somos inmundos e infieles para ellos, esa es la triste verdad.

Sin entrar en un análisis sobre la raíz del conflicto, con un lejano origen bíblico, aunque su historia, por interesante que pueda ser, no es el propósito de esta nota. Nos vamos a referir aquí a algunos puntos en común, que estos acontecimientos tienen con el llamado pasado reciente, que como sabemos sigue estando muy presente.

Los medios de comunicación nos muestran actualmente la guerra en directo, así es que todos vimos un ataque por múltiples vías, con el factor sorpresa como detalle principal, sin que analicemos las alertas o trabajos de los servicios de inteligencia.

Pasados los primeros días sabemos de la existencia, ya de miles de muertos y seguramente serán muchos más, lamentablemente una mayoría inocentes, que sin arte ni parte sumarán a las cifras calamitosas de todas las guerras.

Algunas noticias dan cuenta de la crueldad extrema de los atacantes de Hamas, quienes han ingresado en zonas de kibutz, han asesinado familias, sorprendidas algunas durmiendo y se han encontrado más de cuarenta niños asesinados y varios decapitados.

El horror llevado a su máxima expresión, por fanáticos que hace muchos años vemos como proceden, en ancas de un mesianismo religioso, que provoca su propia inmolación con un grado de conformismo y aceptación que paraliza por su crueldad incalificable, sin dejar de mencionar, además, que ellos mismos filman y publican sus atrocidades.

La obvia respuesta por parte de Israel no se hizo esperar, quien reaccionó rápidamente con bombardeos precisos en objetivos militares, la neutralización de milicianos infiltrados en su territorio y demás acciones que con el correr de los días iremos conociendo, sin dejar de mencionar, que muchas vidas inocentes perecerán en estas actuaciones.

¿Una primera cuestión puede interpelarnos, tiene derecho Israel a ejercer esta respuesta?

Cualquier estado soberano que recibe una agresión de esta magnitud debe hacerlo, no puede haber dudas. Es legítima defensa, simple y clara.

En este caso, la agresión se agrava, pues proviene de un grupo terrorista, no de otro estado.

El que agrede es Hamas, no la autoridad Palestina a quienes Hamas considera traidora a la causa. Se trata de hechos que vienen de una larga confrontación, que hoy eleva su temperatura en razón de la dimensión de la misma, así como de los varios implicados en este asunto de repercusión mundial. Irán, Irak, Líbano, son de los primeros en sumarse y la ola crece día a día.

Nuestro país no ha sido ajeno a estos hechos, hemos visto y escuchado programas, expertos, opinadores y demás, emitir sus consideraciones y análisis, así como el propio sistema político que ha emitido distintas declaraciones.

En principio la Coalición Republicana en un comunicado unánime condenó al ataque terrorista sobre Israel, en tanto el Frente Amplio produjo su propio comunicado.

Si bien condenó al grupo Hamas como terrorista, siempre hay un ¨pero¨ y este estuvo marcado por la inevitable mención al pueblo Palestino, para hacer saber su derecho a un territorio propio. Israel dice que en 1948 no existía ningún estado palestino preexistente y que ambos grupos fueron colocados allí por el acuerdo de 1948, como solución al holocausto de Hitler.

El asunto es, que el tema Palestino entiendo, no era sobre el que había que expedirse, sino sobre los atentados terroristas que desencadenan esta escalada bélica.

Sin que, por ello, desconozcamos las turbulencias que el asunto Palestino genera hace tantos años, como tampoco los miles de muertes que ha provocado, inclusive a figuras representativas que buscaron acuerdos de paz.

Lo que debe llamar la atención, es que estos temas que involucran la actuación de grupos terroristas o vinculados al mismo, provocan en filas de la izquierda un desacomodo, ya que se embretan en tener que reconocer, aquellos hechos que provocan repudio mundial, con ese apoyo y admiración por grupos afines y tantas veces  “compañeros de ruta”.

La FEUU presentó una declaración que prácticamente ignora la incursión terrorista, haciendo hincapié en condenar a Israel como responsable de lo que sucedió, dicho en otras palabras, justificó lo sucedido, mostrando su hilacha ideológica.

Hace muchos años que vemos, mayoritariamente a jóvenes universitarios, portar el conocido pañuelo palestino de colores blanco y negro, que hiciera famoso el extinto terrorista Yasser Arafat.

Como “hijos” o emuladores de aquel, muchos portan alrededor de su cuello ese típico atuendo, con el que claramente se identifican los integrantes de estos grupos que esparcen terror en diferentes partes del mundo.

Muchos, ni siquiera saben que representa, pero esa fantasía de defender o sentirse parte de una causa promocionada como justa, los transportará desde la comodidad de su iphone o smartphone, a vivir la revolución en aquellas tierras que seguro no podrán ubicar en el mapa.

Entonces, la izquierda que promueve a todos estos muchachos, como los del IAVA o del Zorrilla, revolucionarios de cuarta categoría, se ve condicionada a emitir estas declaraciones que buscan cobijar a tantos antiguos integrantes de grupos terroristas, hoy en filas del Frente Amplio, que utilizaron métodos y medios idénticos a estos que hoy causan tanta indignación.

Solidaridad entre terroristas, realmente una paradoja trágica de nuestra época actual.

Las noticias que nos llegan causan horror, indignación, tristeza y temor por las consecuencias que se puedan derivar de este conflicto.

Pero también, en mayor o menor medida, todos deseamos que se tomen medidas, se capturen o eliminen a los responsables con el castigo que se merezcan, para hacer justicia ante este accionar terrorista y criminal.

Entonces, debo recordar inevitablemente, que como decíamos al principio con algunos ejemplos, Uruguay padeció en los años sesenta y setenta una agresión internacional con el auspicio de Cuba y la URSS, que prepararon, financiaron y apoyaron a los grupos terroristas aquí formados.

Recordamos, además, que, en pleno periodo democrático, el estado debió recurrir a artículos excepcionales de la Constitución, así como decretar el propio Parlamento, el Estado de Guerra Interno, para dar combate a los grupos terroristas que operaban, ordenando que intervinieran las mismas FF.AA.

Eso deja en claro, que los estados soberanos, deben recurrir a la fuerza máxima que poseen si las circunstancias lo determinan, porque está en juego la soberanía y la propia existencia de la Nación. Eso es lo que hizo Israel ahora y que una mayoría indiscutida no cuestiona, salvo algunos pañoleteros.

Varios integrantes de la Coalición han manifestado su indignación por una declaración tan ambigua, como indefinida por parte del Frente Amplio, por tanto, la Coalición, amparó y defendió, en definitiva, la legítima reacción de defensa que tomó Israel.

Nadie podrá pensar ni imaginar, que, dentro de cincuenta años, algún grupo político en Israel intentara sentar en el banco de los acusados a los mandos militares o cualquier integrante de las Fuerzas de Defensa de Israel, que esté en el teatro de operaciones ejecutando ahora mismo las órdenes de guerra recibidas recientemente desde el gobierno de Israel..

Menos, ya que sería casi de ciencia ficción, que los integrantes del grupo Hamas luego de detenidos y un día futuro, seguramente  liberados, el propio estado de Israel les pagara una pensión o indemnización, nadie en su sano juicio podría admitir esto, supongo yo desde la comodidad de mi teclado.

Suena muy loco, salvo que en nuestro país todo esto, se convirtió en una triste y perversa realidad, porqué tenemos presos a integrantes de la policía y las FF.AA., que fueron llamados por el estado a dar combate a los terroristas de aquel momento y además, todos los uruguayos les pagamos jugosas pensiones e indemnizaciones a aquellos terroristas. Por cierto, pagamos más pensiones que presos hubo.

Hoy, con más de setenta, ochenta y alguno con más de noventa años, nuestra alabada democracia, luce este bochorno inaudito, que no preocupa a ese sistema político, que hace declaraciones de condena al terrorismo y aprueba la intervención militar de Israel y en forma paralela, mantiene en prisión a los servidores públicos a los que ignora y ahoga en el olvido tras rejas de la vergüenza.

¿Ah, piensa que exageramos? ¿Que lo de acá no tiene comparación con lo que hace Hamas?

Lamento decepcionarlo, pero los movimientos terroristas tienen algunas características comunes, comparten campos de entrenamiento, conocimientos, cobertura a sus miembros, métodos operativos y de ejecuciones de sus víctimas.

El que quiere ha visto, al exvicepresidente Lucía Topolansky, ilustrarnos sobre como elegían a sus blancos, a los que llamaban ¨ejecuciones¨, todas por la espalda, como que secuestraron embajadores y autoridades, como que también colocaron bombas y realizaron ataques con explosivos en varias ocasiones, como también  robaron para financiarse, como recibieron armas, instrucción o cobertura internacional.

Varias víctimas de la guerrilla tupamara, en nuestro país, fueron ejecutados con métodos que incluyeron disparos en la nuca, coser la boca con alambres, envenenamientos y algunas atrocidades más, que no detallamos para no herir sensibilidades, de allí que haya tantas similitudes.

Así que, desde esta página, volvemos a elevar nuestra voz de protesta, nuestra voz de llamado al sistema político, tan presto en declarar y condenar al terrorismo que actúa a 10.000 kilómetros de distancia y se olvida de quienes, ante circunstancias similares, solo dieron cumplimiento a la orden recibida en defensa de la Nación, aquí en esta tierra.

Uruguay sufrió un ataque terrorista, apoyado inclusive desde el exterior, con una secuela de muertos que aún hoy retumba, con heridas sin cerrar, con divisiones en el entramado social, con ancianos presos injustamente y con un sistema político que debe mirar hacia su propio país, para poner de una buena vez las cosas en su lugar.

¡No al terrorismo, el pañuelo al cuello, debe ser un sol y nueve franjas, liberar a los presos políticos!

Daniel García

P.D: No condenaron a Hamas:

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