UNA DISRUPCIÓN NECESARIA

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Hay un proverbio que reza: “Los hombres además de ser hijos de sus padres lo son de su tiempo” y  Ortega y Gasset expresaba: “Cada época tiene una sensibilidad vital y una manera de comprender el mundo”. Estas observaciones son pertinentes para entender al Batllismo, como corriente política originada por José Batlle y Ordóñez (1856-1929) y continuada por su sobrino Luis Batlle Berres (1897-1964). Las transformaciones que llevaron a cabo y las ideas rectoras que subyacían detrás de ellas respondieron a una época, no todas estaban llamadas a perdurar en la corriente del tiempo, no obstante sus seguidores, sin distinguir lo sustantivo de lo adjetivo, las elevaron a categoría de dogmas laicos, pese a que luego la realidad desmentía la conveniencia de algunas de ellas.  El Batllismo necesitaba una renovación  y quién la llevará a cabo será el hijo mayor de Luis Batlle, Jorge Batlle Ibáñez (1927-2016). Con su talento y perseverancia plasmará una disrupción necesaria sin apartarse de lo medular del acervo original. En 1951 se plantea una reforma constitucional para instaurar el colegiado integral, resultó un gravísimo error político que sumió al país en un proceso de atomización del Poder Ejecutivo y de grave ineficiencia de la Administración. Jorge lo advirtió y por ello se opuso a la propuesta, pero no consiguió convencer a su padre quien le dijo: “si resulta mal habrá que cambiarlo, pero será tarea de ustedes los jóvenes”. Jorge milita y vota por NO en el plebiscito de 16 de diciembre de 1951, triunfa el SÍ por un escaso margen y con una gran abstención. Años después Jorge conoce y se ennovia con una joven argentina Noemí Lamuraglia, hija de Ricardo Lamuraglia empresario argentino que se encontraba exiliado en Uruguay. Derrocado Perón en 1955 Don Ricardo regresa a su patria y con un grupo de empresarios e intelectuales contribuye a crear en 1957 el Centro de Difusión de la Economía Libre, que para 1959 se transformará en Centro de Estudios para la Libertad bajo la Presidencia del Dr Alberto Benegas Lynch. En 1957 la Universidad de Cuyo (Mendoza) invita a dar un ciclo de conferencias al economista austríaco Friedrich Von Hayek, quien de retorno en Buenos Aires pasa a vivir algunos días en la chacra de Don Ricardo, Jorge  era el único de todos ellos que hablaba alemán y pudo tener extensas charlas. El 30 de noviembre de 1957 en Buenos Aires Jorge se casa con Noemí. En 1959 es invitado a Buenos Aires por el referido Centro a dar un ciclo de conferencias, en la Facultad de Ciencias Económicas, otro eminente economista austríaco Ludwig Von Mises y Jorge es uno de los concurrentes. A partir de esos encuentros con los máximos exponentes de la escuela austríaca de economía ya no tiene dudas del valor de la economía de mercado, veinte años después llegara a la misma conclusión  el socialista español Felipe González cuando afirmó: “Podrá haber economía de mercado sin libertad, pero jamás habrá libertad sin economía de mercado”. Por ello cuando en 1959 a impulsos del Ministro de Hacienda  Cr Juan Eduardo Azzini se aprueba la Ley de Reforma Cambiaria y Monetaria, Jorge la apoya mientras sus correligionarios la califican de una profanación del Batllismo. El 14 de julio de 1964 muere Luis Batlle y al tiempo Jorge propone una iniciativa popular de reforma constitucional para suprimir el colegiado y modernizar al país. El Consejero Vasconcellos se opone y los Senadores: Flores Mora, Segovia, Roballo y Carrere Sapriza son partidarios de la reforma  pero cuestionan el liderazgo de Jorge, por lo cual se conviene en la celebración de una elección interna dentro de la Lista 15, que se lleva a cabo el 29 de noviembre de 1965 donde Jorge con el sub lema “Unidad y Reforma” triunfa en forma categórica. Con esa incuestionable legitimidad  emprende las negociaciones inter partidarias que culminan en un proyecto ratificado abrumadoramente en el plebiscito de 27 de noviembre de 1966.  Con la nueva Constitución vigente Jorge pasa a darle prioridad a la reforma de una economía postrada por un dirigismo asfixiante y para ello consigue poner a  hombres liberales en cargos claves del área económica: Francisco Forteza (Subsecretario de Hacienda de 30/10/1967 a 2/2/1970 y Ministro de Economía de 1/3/1972 a 31/10/1972); Ing Alejandro Végh Villegas (Subsecretario de Industria y Comercio de 1/3/1967 a 30/6/1967 y Director de Planeamiento y Presupuesto de 27/6/1968 a 29/8/1968) y Cr Ricardo Zerbino y Cr Alberto Bensión Director y Subdirector de Planeamiento y Presupuesto de 1/3/1972 a 13/7/1973). Aunque él no lo propone y no pertenece a su sector, da su apoyo a otro liberal el Dr Ramón Díaz (Subsecretario de Industria y Comercio del 3/5/1968 al 14/9/1969 y Director de Planeamiento y Presupuesto de 2/4/1970 a 26/10/1970) Estos economistas no pudieron llegar muy lejos, pero dejaron sembradas las semillas para liberalizar la economía que años después germinarían cuando, a título personal, ocupe el Ministerio de Economía Végh Villegas de 12/7/1974 a 31/8/1976. La disrupción necesaria que llevó a cabo Jorge Batlle dentro del Batllismo en materia constitucional y económica, preservando el acervo original laico, humanista y solidario, fue un aporte excepcional para la República, la prueba irrefutable es que el sistema político nacional ya no discute más la conveniencia del ejecutivo colegiado, del dirigismo sofocante de la actividad privada o de una economía cerrada al mundo.

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