Cuando el fiscal llama a Lucía para declarar, supuestamente en busca de la verdad, y al mismo tiempo anticipa que «nadie mintió» en las actuaciones, queda claro que estamos frente a un circo. Un espectáculo donde la verdad no es el protagonista, sino el payaso del que ellos se burlan.
Este tipo de episodios evidencia el debilitamiento de nuestras instituciones, donde las investigaciones parecen tener guiones escritos de antemano, mientras la justicia pierde su esencia de imparcialidad.
Uruguay necesita un cambio profundo, uno que restaure la confianza en los valores fundamentales: la verdad, la transparencia y la justicia genuina, lejos de manipulaciones y farsas que solo aumentan la desconfianza ciudadana.
En mí visión, como el ex fiscal Jorge Díaz será quien actúe como supervisor de la justicia desde la presidencia, haciendola servil a la ideología de izquierda que ve a la Justicia sometida a las necesidades políticas. Esto vaticina un sometimiento de la verdad al bajo precio de la necesidad política del gobierno de Orsi.
Roberto Alfonso Azcona
El Ciudadano