Una niña de 9 años muerta con un tiro en la nuca en un intento de robo en Argentina.
La delincuencia no valora la vida, no les importa la propia vida, salen a matar o morir, es la cultura de vivir fuera de la ley.
La falta de una educación adecuada, el vivir en la pobreza, el discurso populista de culpar a una parte de la sociedad de esa situación sin aportar soluciones reales, fomentar el odio y no dar esperanza en el futuro hacen de los jóvenes, reclutas propicios a la delincuencia y la droga.
Este campo fértil de delincuentes debe desaparecer pese a quien le pese, sea el estado, el privado o una combinación de ambos, sin colores políticos, sin esconder la responsabilidad detrás de declaraciones huecas de derechos humanos.
Hoy la delincuencia ha ganado terreno y solo acciones decididas pueden terminar con ella.
Prevención, con participación del ministerio del interior y el de defensa, en un sistema mixto de presencia en toda la república.
Coordinación con las fuerzas de seguridad privada
Acción, con equipos especializados de la policía, que actúan frente a focos localizados, con auxilio del ejército que actúa cerrando perímetros
Justicia, con una fiscalía y leyes que aseguran resultados contra la delincuencia, allanamiento nocturno, valoración psicológica para liberación anticipada, tercer condena es cadena perpetúa
Cárceles, creación de cárceles privadas como centro de educación, el trabajo del detenido paga su estadía, cárceles austeras y especializadas
Reintegro a la sociedad, hay que tener un seguimiento, dar oportunidades para insertarse en la sociedad, creación de empresas privadas que sean fuente de trabajo digno
Estas son algunas de las posibles soluciones que deben someterse en un DEBATE NACIONAL DESDE LOS PARTIDOS POLITICOS FRENTE A LA CIUDADANÍA.
El no debatir es ser cómplice de la delincuencia
Roberto Alfonso Azcona
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